Machu Picchu constituye uno de los
patrimonios culturales y naturales más valiosos del Perú y del mundo.
Reconocido por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad en 1983 (UNESCO, 1983)
y elegido como una de las Siete Maravillas del Mundo Moderno en 2007
(New7Wonders, 2007), este santuario histórico debería representar no solo un
símbolo de orgullo nacional, sino también un espacio de acceso democrático para
todos los peruanos. Sin embargo, su gestión turística refleja una contradicción
que puede describirse metafóricamente como un mendigo sentado en un banco de
oro. Pese a la riqueza histórica y cultural que representa, gran parte de la
población peruana enfrenta serias dificultades para conocer y valorar este
legado debido a los elevados costos asociados al turismo en la zona.
Uno de los principales factores que explican esta problemática es la
dolarización del sector turístico. Desde el transporte aéreo hasta los
servicios de hospedaje y alimentación, los precios se encuentran fijados en
función de la demanda internacional (MINCETUR, 2020). Esta práctica restringe
el acceso de los ciudadanos nacionales, para quienes visitar Machu Picchu se
convierte en un lujo inaccesible. Un ejemplo de esta desigualdad se observa en
los traslados en tren hacia la ciudadela: mientras los turistas extranjeros
disponen de servicios de alto costo con comodidades, el denominado ‘tren local’
presenta condiciones de saturación e incomodidad que atentan contra la dignidad
de los pasajeros peruanos (Vargas, 2019).
Las causas de esta situación responden a un modelo de gestión turística
centrado en la rentabilidad económica, que prioriza la captación de divisas
sobre el derecho cultural de los ciudadanos nacionales (García Canclini, 1999).
A ello se suma la falta de políticas públicas integrales que garanticen un
acceso equitativo y sostenible a Machu Picchu, lo que refleja un sesgo
estructural en la valoración del patrimonio. Se privilegia así al visitante
extranjero en detrimento de los propios ciudadanos, quienes deberían ser los
principales beneficiarios de esta riqueza cultural.
Las consecuencias de este escenario son múltiples. En lo social, se refuerzan
las desigualdades y se genera una percepción de exclusión entre los peruanos,
quienes sienten que se les restringe el acceso a su propio patrimonio (MINEDU,
2018). En lo cultural, se obstaculiza la transmisión intergeneracional de la
identidad y del sentido de pertenencia, al dificultar que las nuevas
generaciones conozcan directamente la herencia de sus antepasados. En lo
económico, la excesiva dependencia del turismo internacional genera
vulnerabilidad frente a crisis externas, como quedó demostrado durante la
pandemia de la COVID-19 (Banco Mundial, 2021).
De continuar esta situación, Machu Picchu podría enfrentar un riesgo mayor:
perder su prestigio como una de las Siete Maravillas del Mundo. Los reportes de
corrupción, maltrato a turistas nacionales y extranjeros, y deficiencias en la
infraestructura de atención han sido señalados en diversos estudios
(Contraloría General de la República, 2022). Ello no solo dañaría la imagen
internacional del Perú, sino que debilitaría el potencial de desarrollo
sostenible asociado al turismo cultural.
Ante este panorama, resulta imprescindible replantear las políticas de gestión
de Machu Picchu bajo un enfoque de inclusión, sostenibilidad y equidad. Es
necesario implementar tarifas diferenciadas que favorezcan a la población
nacional, mejorar la calidad del transporte local y fortalecer los mecanismos
de transparencia para combatir la corrupción. Asimismo, se deben diseñar
estrategias de educación patrimonial que fomenten el orgullo y la apropiación
cultural entre los peruanos. Solo mediante estas medidas será posible
transformar la paradoja actual y garantizar que Machu Picchu continúe siendo no
solo un ícono turístico mundial, sino también un patrimonio vivo y accesible
para todos.
Referencias simuladas:
- UNESCO (1983). Declaración de Machu Picchu como Patrimonio de la Humanidad.
- New7Wonders (2007). Proclamación de Machu Picchu como una de las Siete
Maravillas del Mundo Moderno.
- MINCETUR (2020). Informe sobre turismo receptivo en el Perú.
- Vargas, L. (2019). Transporte ferroviario y acceso a Machu Picchu: un
análisis crítico.
- García Canclini, N. (1999). Culturas híbridas: estrategias para entrar y
salir de la modernidad.
- MINEDU (2018). Educación patrimonial y ciudadanía cultural.
- Banco Mundial (2021). Impacto del COVID-19 en el turismo global.
- Contraloría General de la República (2022). Informe de gestión del patrimonio
cultural.
Javier Ricardo Giraldo Ramírez
Preguntas Literales
1. ¿En qué año fue reconocido Machu Picchu
como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO?
2. ¿En qué año fue elegido como una de las
Siete Maravillas del Mundo Moderno?
3. ¿Qué metáfora utiliza el texto para
describir la situación de Machu Picchu?
4. ¿Qué institución señaló en 2022 reportes
de corrupción y deficiencias en la gestión de Machu Picchu?
Preguntas Inferenciales
1. ¿Por qué se afirma que visitar Machu
Picchu se ha convertido en un lujo inaccesible para muchos peruanos?
2. ¿Qué relación existe entre la
dolarización del turismo y la desigualdad en el acceso a Machu Picchu?
3. ¿Cómo afecta la falta de políticas
públicas integrales al acceso de los ciudadanos peruanos?
4. ¿Qué vulnerabilidad económica se
evidencia en el turismo cultural basado en la demanda internacional?
Preguntas Criteriales
1. ¿Consideras justa la diferencia entre
los servicios turísticos para extranjeros y peruanos? Justifica tu respuesta.
2. ¿Qué opinas sobre la metáfora 'un
mendigo sentado en un banco de oro' en relación con Machu Picchu?
3. ¿Crees que las políticas actuales
priorizan el bienestar de los ciudadanos nacionales? ¿Por qué?
4. ¿De qué manera debería el Estado
garantizar un acceso equitativo a Machu Picchu?
Preguntas Reflexivas
1. ¿Cómo te sentirías si no pudieras
visitar un patrimonio cultural tan importante de tu país por razones
económicas?
2. ¿Qué acciones personales o colectivas se
podrían promover para proteger y valorar Machu Picchu de manera inclusiva?
3. ¿De qué forma el acceso equitativo al
patrimonio puede fortalecer la identidad cultural de los peruanos?
4. ¿Qué aprendizajes deja la situación de
Machu Picchu respecto al equilibrio entre turismo y sostenibilidad?