La
Ciudad de los Reyes
Lima,
ciudad de reyes y virreyes, fue desde siempre una suerte de oasis de cultura y boato en
las indias americanas. Desde su fundación, sólo fueron necesarias algunas décadas para
situarla a la par que México como la metrópoli más importante de la América española.
Templos barrocos y renacentistas, mansiones y palacetes, universidades, arzobispados y una
intensa actividad cultural caracterizaron a esta ciudad desde los albores del siglo XVII,
cuando apenas contaba con 25 mil habitantes.
El antiguo valle del río Rímac,
vocablo indígena que significa hablador; estuvo poblado originalmente por un pueblo de
pescadores y recolectores gobernado por el cacique Tauli Chusco. Fue allí donde, el 18 de
enero de 1535, el conquistador Francisco Pizarro fundó la ciudad de Lima, debido en gran
parte a la ubicación estratégica de su puerto en el centro de la costa peruana y
sudamericana. En menos de siete décadas concentraba el poder y la riqueza de todas las
actividades comerciales y culturales del Virreinato: se había convertido en la ciudad
más importante de América.
En el siglo XVIII,
fundamentalmente a causa de la creación del Virreinato del Río de la Plata, que
absorbió el manejo de las grandes minas de Potosí en el Alto Perú (hoy Bolivia), Lima
entró en un proceso de decadencia e inestabilidad que culminó en 1821 con la
proclamación de la Independencia de la República. Al abrir el siglo XX, durante la Belle
Epoque (1915-1930), la ciudad ocupaba nuevamente un lugar de vanguardia entre las ciudades
más modernas del continente.
A
partir de la década de los años cuarenta, con la intensificación de las migraciones del
campo a la ciudad, Lima se fue transformando en una suene de Perú en pequeño hasta con
venirse en un crisol de gentes y culturas que, con sus 6,5 millones de habitantes, alberga
hoy al 25% de la población del país y casi dos tercios de su actividad económica e
industrial.
En los casi cinco siglos transcurridos desde su
fundación española, Lima ha sido sinónimo de un mestizaje que sorprende a legos y
conocedores y que constituye uno de sus más grandes valores. Ejemplos de él abundan en
su depurado e innovador arte culinario, al que los entendidos ubican entre los principales
del mundo; en su arquitectura monumental, que engrosa el Patrimonio Cultural de la
Humanidad; y en su gente, pícara y habilidosa, realmente experta en adaptarse a los
cambios. Además, Lima ofrece al turista excelentes museos y galerías de arte,
presentaciones teatrales, exposiciones culturales de alto nivel y modernos centros
comerciales y de esparcimiento, amén de importantes atractivos arqueológicos y naturales
Lima se ubica a orillas del
Pacífico. Posee dos estaciones climáticas bien marcadas: una invernal, entre mayo y
setiembre, con temperaturas promedio de 18 0C y una alta humedad, lo que
permite la ocurrencia de lloviznas ligeras o garúas; y una estival o de verano, entre
diciembre y marzo, caracterizada por días soleados y temperaturas que a menudo alcanzan
los 30 0C. En Lima las lluvias son casi inexistentes.
La capital se comunica con todas
las ciudades de la costa a través de la moderna carretera Panamericana, que corre
paralela al mar; su sección Norte parte de Lima y llega a Tumbes (límite con Ecuador), a
1.370 km. de Lima, y la sección Sur recorre 1291 km. desde la capital del país hasta
Tacna (frontera con Chile). La conexión con las ciudades de la sierra es a través de la
Carretera Central y de la ruta Paramonga Huaraz (asfaltadas) y de las vías de
penetración afirmadas Cañete Yauyos Huancayo, Huacho Oyón
Huánuco y Lima Canta. Como
puerta de entrada al Perú, Lima posee un aeropuerto internacional con vuelos regulares a
las principales ciudades del mundo y cuenta con servicios domésticos a las principales
ciudades del interior del país.
http://www.comunidadperuana.com/articulos/Lima/
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miércoles, 15 de enero de 2014
LIMA
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