Un
día, cuando estaba aun en primaria, si no me equivoco cuando estaba
en tercer grado de primaria, recuerdo que me puse a jugar con las
mesas del aula, yo estaba caminando sobre ellas, entonces un
compañero movió la mesa y me caí de quijada.
Me
llevaron a mi casa y no había nadie, fueron a la casa de mi tía y
tampoco había nadie, entonces me llevaron a la posta a curarme la
herida porque estaba saliendo mucha sangre de mi quijada. La herida
fue muy grande y me tenían que coser al instante, me pusieron tres
puntos y me amigo se sentía culpable por la herida que me hice, pero
yo le dije que se calme.
El
insistía diciéndome “Yo tengo La culpa que te hayas Caído”,
entonces yo le dije está bien tu tuviste la culpa pero yo te perdono
porque eres un gran amigo y hay que perdonar a los amigos, pero
también recordar que no debemos actuar sin pensar en las
consecuencias.
Danilo Huansha 4°B .I.E.5082
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