En los pantanos de Ventanilla una pareja de esposos con su pequeño niño, contemplaban a las aves migratorias que reposaban en sus humedales.
Cuando divisaron a un pato con sus crías que jugueteaban dándose chapuzones, tanto fue su emoción que descuidaron a su retoño, este se acercó a las orillas y no pudo salir. Un perro que se percató de lo que le sucedía al niño ingreso a los humedales nadando tomó al pequeño y salió a flote.
Al percatarse de esto los esposos secaron a su hijo y se llevaron al perro con ellos para que sea su mascota.
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