La que en la pila bautismal se
llamó Isabel Flores de Oliva, en los altares, Santa Rosa de Santa María, y en
el trato cariñoso de sus paisanos devotos, Santa Rosa de Lima, nació en Lima el
Lunes 20 de abril de 1586.
Fue hija de Gaspar Flores, que algunos
suponen nacido en Puerto Rico, pero cuyo nacimiento en dicha isla es materia de
dudas, gentil hombre arcabucero de la guardia del virrey Marqués de
Cañete, y de María de Oliva, limeña, hija de Francisco de Oliva y de Isabel de
Herrera, esta última natural de Huánuco.
Fue bautizada en la Parroquia de San
Sebastián el 25 de Mayo de 1586, con el nombre ya dicho de Isabel.
Se conserva el libro en que está
asentada su partida y de manera la pila un tiempo forrado en plata en que practicó el
sacramento el cura párroco don Antonio Polanco.
Fueron sus padrinos don Hernando Valdez y
doña María de Osorio.
Falleció en Lima, ciudad de su nacimiento,
el 24 de agosto de 1617, a la edad de treinta y un años,
tres meses y veinticinco días.
Fue canonizada en 1667, siendo Pontífice
Clemente IX.
En la calle de Santa Rosa de los Padres,
de nuestra ciudad, está el templo que la piedad limeña mandó edificar sobre la
planta de la que fue casa de Gaspar Flores, donde nació la Santa; está lo que
suceda de la propia vivienda de ésta; está lo que queda de la huerta
y jardín que completó el viejo solar; de trazas castellanas; está el pozo, está
la ermita, están las imágenes de santidad, están las reliquias, están
el cilicio y la a manera de corona hecha de crueles púas con que se mortificó,
no por sí, sino por su ciudad y por su Patria; la más pura, y más casta, y más
santa de las criaturas que dieron de sí Lima y su época.
Y envuelve todo aquello una atmósfera de
suave y reconfortadle piedad, susurros de brisa entre rosales, de
aromas, de cantos, de revuelos y de piares de aquellas avecillas - monjitas
aladas en miniatura - a que el vulgo da el nombre cariñoso de Santa Rosita.
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