Una vez, se encontraba un hambriento Lobo que deambulaba en busca de comida, hasta que de pronto, llegó a una casita, y oyó a un Niño que lloraba y a su Nana le decía:
"No llores mi Niño porque si no, te llevo donde el Lobo."
Creyendo el Lobo aquellas palabras de una cena segura, espero y espero por varias horas. Llegada la noche, la Nana estaba arrullando a su niño, y le cantaba:
"No mi Niño, si viene el Lobo, lo acabaremos..."
El Lobo al oír aquellas otras palabras, siguió su camino muy indignado, y meditando se dijo:
"Vaya, en esta casa dicen una cosa, y después quieren hacer otra muy diferente."
No hay comentarios:
Publicar un comentario