Un señor dedicó todo su tiempo al trabajo desde muy joven, tanto que sus años lo paso amasando una gran fortuna. Tenía de todo, pero se sentía muy solo a la vez.
Entonces decidió conocer diferentes partes del país y en sus viajes derrochaba su fortuna, pero como no era muy sociable todos lo miraban de reojo y nadie se le acercaba.
Una noche que regresaba en su carro observo un gato agonizante en la pista, alguien lo había atropellado, se le acerco y lo llevo a un veterinario. Al poco tiempo se recupero el gato y decidió tenerlo como su mascota a quien lo quería como a su hijo, enseñándole a sentarse en la mesa y compartir sus alimentos.
Finalmente él ahora tiene a un gran compañero que le espera cada día para regalarle su compañía.
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