viernes, 27 de junio de 2014
LA DELINCUENCIA SIEMPRE PIERDE
En el pueblo Gatiñin vivían cientos de gatos que tenían una vida tranquila, donde se respetaban y cuidaban los unos a los otros.
Para la fiesta principal del día del queso, llegaron dos gatos avezados que se habían fugado de un penal cercano.
Ellos comenzaron a beber en las calles y hacer disturbios, tomaban las cosas ajenas de los lugareños y golpeaban a cuanto gato veían pasar por sus lados.Cansado los pobladores de tantos abusos fueron a quejarse en el alguacil Peruñon, quien vino con su helicóptero y después de una gran persecución por las diferentes avenidas del pueblo estos dos delincuentes fueron capturados.
Finalmente el pueblo Gatiñin volvió a vivir en tranquilidad.
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