JUGANDO A DETECTIVES
Por la tarde, Carmen y Pedro han ido a
casa de sus tíos. Tienen que quedarse con su primo Juan Ramón para cuidar de su
hermano pequeño José María.
En la sala de estar se han divertido.
Han jugado al parchís y a hacer construcciones. Al salir ven unas huellas muy
raras en el pasillo.
- Parecen las huellas de unos zapatos que han pisado
harina.
- ¡ Y lo son ! - responde Juan Ramón.
Sobre el
suelo de la cocina hay un bote de harina caído.
- ¿Quién ha podido ser?- dice Pedro.
- Son pisadas de una persona mayor, dice Juan
Ramón.- Y aquí sólo estamos nosotros.
- Y... José
María, ¿Dónde está? - pregunta Pedro.
- ¡ Anda !.
Nos habíamos olvidado de él - responde Juan Ramón.
- ¿ Lo habrán
raptado ?- piensa Carmen.
Los tres
niños se miran con los ojos abiertos. No saben que hacer.
- ¡ Vamos a
seguir las huellas !- dice valientemente Juan
Ramón.
Las huellas conducen hasta la habitación
de los tíos. Con mucho cuidado abren la puerta. En la alfombra está jugando
José María. En los pies lleva los zapatos de su papá.
- ¡Ya no hace
falta que busquemos!- dice aliviada Carmen.
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