Había una vez una viejecita, llamada Misi, que vivía en un pequeño pueblo rodeado de montes. Los inviernos en aquel pueblo eran muy gélidos y no existía la calefacción por aquel entonces. Es por eso que Misi, iba al monte a recoger leñapara hacer fuego en la chimenea y poder calentarse.
Hoy, Misi, subía al monte en busca de más leña, pues apenas le quedaba para unos días, y justo por el camino se encontró con una pajarita de la nieve, que empezó a seguirla.
“Hola pajarita de la nieve, si estás por aquí significa que va a hacer mucho fríoestos días, ¿verdad?“, le dijo Misi a la pajarita.
“Sí, estos días van a ser muy fríos porque va a nevar“, le respondió.
“Vaya… pues voy a darme prisa porque apenas me queda leña en casa con la que calentarme, así que tendré que cargar con mucha leña”, dijo Misi.
“No se preocupe, voy a buscar a un viejo amigo que tengo por estos montes y le ayudaremos”, le dijo la pajarita y salió volando.
Entonces, la pajarita de la nieve fue en busca de su amigo el gorila para ayudar a Misi a cargar con la leña. Cuando la pajarita le contó que necesitaba ayuda una viejecita, no se lo pensó un momento y dijo: “Claro que os voy a ayudar pajarita de la nieve, tenemos que darnos prisa por que cada vez hace más frío“.
Así que volvieron al lugar donde se encontraba Misi, para cargar con la leña y llevársela a su casa.
“Muchas gracias por vuestra ayuda, de verdad, yo ya soy mayor y me cuesta mucho cargar la leña“, le dijo Misi a la pajarita de la nieve y al Gorila.
Fue tanta la leña que le llevaron a su casa, que Misi iba a tener leña para todo el invierno, y no tendría que volver a subir al monte más, y podría estar calentándose en la chimenea sin notar el invierno tanto frío.
Misi, muy agradecida por la ayuda que había recibido, les invitó a comer un caldo caliente en su casa.
Hoy, Misi, subía al monte en busca de más leña, pues apenas le quedaba para unos días, y justo por el camino se encontró con una pajarita de la nieve, que empezó a seguirla.
“Hola pajarita de la nieve, si estás por aquí significa que va a hacer mucho fríoestos días, ¿verdad?“, le dijo Misi a la pajarita.
“Sí, estos días van a ser muy fríos porque va a nevar“, le respondió.
“Vaya… pues voy a darme prisa porque apenas me queda leña en casa con la que calentarme, así que tendré que cargar con mucha leña”, dijo Misi.
“No se preocupe, voy a buscar a un viejo amigo que tengo por estos montes y le ayudaremos”, le dijo la pajarita y salió volando.
Entonces, la pajarita de la nieve fue en busca de su amigo el gorila para ayudar a Misi a cargar con la leña. Cuando la pajarita le contó que necesitaba ayuda una viejecita, no se lo pensó un momento y dijo: “Claro que os voy a ayudar pajarita de la nieve, tenemos que darnos prisa por que cada vez hace más frío“.
Así que volvieron al lugar donde se encontraba Misi, para cargar con la leña y llevársela a su casa.
“Muchas gracias por vuestra ayuda, de verdad, yo ya soy mayor y me cuesta mucho cargar la leña“, le dijo Misi a la pajarita de la nieve y al Gorila.
Fue tanta la leña que le llevaron a su casa, que Misi iba a tener leña para todo el invierno, y no tendría que volver a subir al monte más, y podría estar calentándose en la chimenea sin notar el invierno tanto frío.
Misi, muy agradecida por la ayuda que había recibido, les invitó a comer un caldo caliente en su casa.
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