Un hada que se llamaba Estrella, pero tenía un problema y era que no sabía volar.
En la escuela de magia aprendió a hacer muchos trucos, pero no era capaz de aprender a volar. Estrella ensayaba diciendo con su varita: -¡Catapúm, catapúm, que mis pies vuelen ya!- pero a la pobre hada no le salía bien y se puso muy triste. Entonces decidió ir a dar un paseo por el parque y, de pronto, oyó unos gritos de unos niños que estaban en lo alto de un árbol porque iban viajando en un globo y se les había pinchado. Estrella, al ver a los niños en peligro encima del árbol, pronunció sus palabras mágicas: -¡Catapúm, catapúm, que mis pies vuelen ya!- De repente empezó a volar. Subió al árbol y salvó a los niños, que se pusieron felices y dieron las gracias al hada. Desde ese día, Estrella aprendió a volar.
Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.
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Silvia y Raquel
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