La luz del sol

En un día de primavera en el bosque, con un sol maravilloso, todo sembrado de flores, mariposas y el sonar del agua de los arroyos. Todos los animales del bosque estaban felices corriendo de aquí para allá, cuando de repente ¡El sol se apagó!. Los animalitos se asustaron, y se quedaron muy quietos sin saber qué hacer y en silencio esperando. Conejo fue el primero en hablar: - ¿Qué habrá pasado con el sol?, ¿se habrá roto?. Lo mejor será que hagamos una reunión con todos los animales del bosque, así, estando todos, se nos ocurrirá alguna idea para ayudar al sol. Cuando ya estaban todos reunidos, cada uno daba su opinión: Ardilla: yo creo que a lo mejor jugando le hemos dado con una nuez y se rompió. Conejo: no es posible, está muy alto. Cervatillo: a lo mejor se ha ido de vacaciones.  Paloma: ¿Sin avisar?. No lo creo. Oso: a lo mejor se ha enfadado y por eso se apagó. León: a lo mejor se le han terminado las pilas.  Todos a la vez: pero, ¡qué bruto!, ¡el sólo no va a pilas!, ¿o sí?. - ¡Escuchad, escuchad!, dijo el señor buho, ¡prestadme un poco de atención!. Si hablamos todos a la vez no nos entenderemos. ¡¡¡Yo se lo que le pasó al sol!!!. Y empezó a explicar: El sol tiene una amiga a la que no ve muy a menudo, esta amiga es la Luna, y hoy, después de mucho tiempo, se han vuelto encontrar, por lo que han parado a saludarse y por eso, como está la luna delante de él no nos deja ver su brillante luz. Y este hecho se le llama ¡eclipse!. Mientras el señor Buho lo estaba explicando, de repente ¡se volvió hacia de día!. - ¡Veis!, ya se han despedido, y vuelve a brillar como siempre. Y todos los animales del bosque saltaron felices de saber que al sol no le pasaba nada y que seguirían disfrutando de su luz y su calor por mucho tiempo. Y colorín colorado este cuento se ha acabado y por la chimenea se sube al tejado.