Antonio después de grandes aventuras en su ayer hoy es un señor Ingeniero ahí va una de sus historias.
Antonio todas las mañanas muy temprano salía rumbo a su granja a ver sus vacunos que paseaban por las laderas de su empinada cordillera.
De tanto cazar tórtolas se olvidaba de cumplir con las tareas encomendadas y a latigazos corría porque no le comprendían.
Terco se formó y se enfrentaba a la vida, escapándose a Huaral a lustrar zapatos sin cesar, juntando un par de monedas por querer madurar y su padre de tanto preguntar, llorar se fue a diferentes partes a buscarlo y cuando pudo hallarlo con un beso y un abrazo hizo retornar para educarlo con cariño .
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