DOCENTE DE PRIMARIA

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lunes, 12 de mayo de 2014

ZENÓN EL PESCADOR





Zenón ayudaba a su padre a pescar.

El cordel del anzuelo llegaba desde el río próximo a la choza, al medio de la chacra de plátanos, abierta en la selva.

Era un grueso cordel de hilo semejante a los que se usan para amarrar caballos, con anzuelo grandazo que llevaba como carnada un pollo entero.

El padre de Zenón arrojaba el anzuelo en una profunda poza del río y extendía el cordel por sobre las bajas ramas de los árboles hasta la puerta de su choza con una pequeña lata, confeccionada como timbre al extremo. El tintineo de esa lata anunciaba la caída de un pez y entonces, padre e hijo corrían al río y después de duro esfuerzo sacaban las presa de las aguas,. Enormes peces, más grandes que un hombre.

De cualquier “sitio” de la chacra era oído cualquier tintineo.

A veces a la medianoche sonaba la lata, y Zenón era el primero en escuchar el avisos y despertaba a su padre. N o ayudaba a su padre a jalar el cordel; no podía aun jalarlo solo; era apenas un mocito de ocho a nueve años, pero muy vivarracho y valiente.

Un día sus padres se fueron al pueblo a hacer compras, recomendando a Zenón que no se moviera de la choza. Su padre enrolló el cordel del gran anzuelo y lo colocó en un rincón.

Pero el muchacho, tanto luego como sus padres desaparecieron del alcance de su vista, decidió ir a pescar en el río con su pequeño anzuelo de caña. ¿ Llevaré a mi perro? se preguntó Zenón. Mejor será que no se contestó.

Porque me molestará.

Y amarró a Otorongo, que así se llamaba el perro, a un horcón de la choza.¿ Me llevaré la cerbatana? Mejor será que no . Es muy larga.

Y después de sacar lombrices, para carnada, cavando con su machete en la tierra húmeda de la chacra, se marchó caña al hombro río arriba en busca de un sitio apropiado. Encontró una amplia y linda playa, con agua remansada. Cortó una adecuada ramita para ensartar en ella, por las agallas, los peces que cogiera.

Zenón estaba pesca que pesca en la soledad quemada del sol, ningún tiro era perdido, tanto que tenía cubierta de peces de toda clase y tamaño la ramita de más de un metro de longitud. De pronto, el muchacho se fijo en unos montoncitos de arena y hojarasca que se levantaban en la playa no muy lejos de él. "Huevos de caimanes", se dijo y siguió pescando, sin hacer caso del fuerte sol de la media mañana, ni de las mariposas que no se posaban en su desnuda cabeza de pelos erizados, ni de los tábanos que le picaban en los pies descalzos y en las manos. Pero esos montoncitos de hoja y arena, que encerraban huevos de caimán sonaban como campanillas al ser tocados, y que antes ese sonido aparecían furiosos los caimanes, le atraían; había oído a contar que los huevos de caimán sonaban como campanillas al ser tocados, y que antes ese sonido aparecerían furiosos los caimanes, sobre todo la caimanes. ¿Sería cierto? Sin embargo, ¿dónde estaban los caimanes? No los veían en el río. Solo había visto pasar por la otra orilla una boa. Los caimanes estarían cerca, indudablemente, andando en el bosque o descansando.

!No, no! De ninguna manera tocaría él esos peligrosos montoncitos......¡Si hubiera traído la carabina!

Y tenía una gran sarta de pescados, sumergió dos veces la sarta en el agua. Y se iba... pero esos montoncitos de hoja y arena, ¿bah? ¿por qué no hacer la prueba? Después correría, correría, ¿acaso no sabía correr? Los caimanes no lo alcanzarían ......Y el atrevido Zenón tocó rápidamente con la punta de su caña no sólo un montoncito, sino tres, de modo que se produjo un simultáneo campanilleo..... Y muchos caimanes, los ojos chispeantes y con tremendo ruido , se vinieron contra él del bosque , de agua arriba de la otra rivera.... Zenón , felizmente, trepó como un mono aun árbol. Los caimanes , rabiosos gruñendo , ojos encendidos, topeteándose, rodearon el árbol. Zenón estaba rodeado por las fieras . El muchacho, sin embargo, no perdió el ánimo, desde las ramas del árbol, agachándose, les provocaba a los caimanes con su caña......... hasta que se acordó que esos animales tenían pánico al rugido del tigre, rugió tan a la perfección, que los caimanes se hicieron humo, se tiraron al río, desaparecieron en las aguas. El vivarracho Zenón, sonriendo, bajó del árbol y con su sarta de pescados a la espalda regresó a su casa.

Necesario es saber por qué los caimanes tienen pánico al tigre. Porque les come la cola ..Si un caimán está a orillas de un río o de un lago y oye rugir al tigre, desaparece velozmente en las aguas, pero si se halla en el bosque, se paraliza de terror y el tigre le come la cola a dentelladas, únicamente la cola, sin que el caimán haga algo. Pero si un tigre pasa silenciosamente un río donde hay caimanes, éstos le destrozan en menos tiempo que pica un zancudo, por eso él es muy astuto, antes de atravesar un río, ruge en la orilla.



Responder las siguientes preguntas:

1. ¿Cómo se llama el protagonista del relato?



2. ¿En qué zona geográfica del Perú se desarrolla la acción?



3. ¿Cómo pescaba el padre de Zenón?



4. ¿Por qué los caimanes atacaron a Zenón?



5. ¿Qué hizo Zenón para salvar su vida?. ¿Por qué?



6. ¿Te parece correcta la actitud de Zenón ? ¿Por qué?



7. ¿Te gustaría vivir en el lugar de la historia?. ¿Por qué?



8. Imagina que Zenón es tu amigo y te pide que lo acompañes. ¿Qué harías?

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