Había una vez, una niña que decidió ir a algun lugar lejano, para encontrar agua para su madre enferma. En el pueblo en el que vivia, no había agua ni siquiera para sobrevivir, todos los árboles, todos los animales, toda esa gente estaba muriendo por falta de agua.
Después de un largo camino, la niña logró encontrar una fuente de agua, donde goteaba solo unas pocas gotas, depues de un largo dia, cuando su taza de hojalata se llenó de agua, fue rumbo hacia su casa, donde se encontraba a su madre cada vez mas enferma.
Por el camino se encontro a un perro, el pobre estaba sediento y le colgaba la lengua seca, la niña penso que lo mejor era darle unas gotas de agua, despues de eso, la niña no se dió cuenta de que el cucharón de hojalata se había vuelto de plata, y que lo que había gastado, volvía a estar lleno.
Cuando llego a casa solo pensaba en su madre, cuando se encontro a su criada muy cansada y sedienta, entonces le dio un poco de agua y el cucharón se convirtió en oro, Mas tarde le dió lo que sobró a su madre, y finalmente cuando se iba a beber ella lo que quedava, picó a la puerta un forastero, al que le dió todo lo que sobrava, el cucharón se hizo de diamantes y de las gotas de agua que cayeron, salió una gran fuente de agua fresca que daria para todo el pueblo.
Responder las siguientes interrogantes:
1) ¿A quien dio agua la niña?
2) ¿En qué se fue convirtiendo la taza?
3) ¿Cómo era la niña?
4) ¿Què nos enseña este texto?
5) ¿Cómo podemos vivir la solidaridad entre compañeros?
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