Jaime no se lo podía creer cuando se enteró que la muerte de su hija se había producido por una sobredósis de droga. Desconocía esta adicción, y no tenía ni idea que una red de criminales la había captado, como a otras adolescentes, para drogarla y prostituirla.
"Julia era una niña normal y nunca nos dimos cuenta de que consumía droga", asegura su padre. La historia comienza en un parque de Sarita Colonia cuando un día apareció una señora con un niño. "A mi hija le encantaban los niños y se puso a cuidar el niño mientras esta mujer hacía sus trabajitos", confiesa su padre. "Las amigas de mi hija conocían a esta mujer".
A raíz de la muerte,Jaime comenzó a escuchar cosas que no le cuadraban y comenzó una investigación particular. Investigó el CPU de su hija, el móvil y le extrañó tanto que un día tuviera 80 llamadas de un mismo número de teléfono que lo comunicó todo a la policía y seis meses depués de la muerte de Julia, los agentes consiguieron detener a los responsables de la red. La Audiencia sentenció a 11 personas para las que el Fiscal pide Cadena Perpetua para todos.
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