viernes, 12 de julio de 2013
El murciélago y el jilguero
Un jilguero encerrado en una jaula colgada en una ventana cantaba de noche. Oyo un murciélago desde lejos su voz, y acercándosele, le preguntó por qué cantaba sólo de noche. No es sin razón repuso porque de día cantaba cuando me atraparon, pero desde entonces aprendí a ser prudente.
¡ Pues no es ahora cuando debías serlo, pues ya estás bien enjaulado, sino debió haber sido antes de que te capturaran ! replicó el murciélago.
La prudencia es para vivirla antes de caer en el error, no para después de la desgracia.
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