viernes, 12 de julio de 2013
Fábula la jirafa y el elefante
La jirafa pasea feliz por la sabana. Extiende su largo cuello y mira en todas direcciones, recorriendo el paisaje con su vista. "Ay, la verdad que no hay ningún jirafo lindo para hacerle un pete. Ni siquiera un rinoceronte, un león, o cualquier animal que me preste su poronga un ratito. ¡Qué bajón!" piensa. Continúa caminando y observa que un elefante le da golpes con su cabeza a un enorme árbol.
- Elefante, ¿qué es lo que te pasa? ¿Vos tampoco conseguís una verga? - pregunta la jirafa.
No, a mí no me gustan las vergas.
¿Y no me prestás la tuya?
¡Pero mirá que sos una jirafa atorranta! ¡¿Por qué no te vas a buscar un jirafo?!
Es que no veo ninguno. Dale, dejame que te haga un pete. Eso te va a relajar.
-Primero, a mí ya no se me para. Hace rato que no tengo erecciones por tomar tanta merca...
¿Y segundo?
Segundo, lo único que me puede calmar es una buena línea para meterme por la trompa y así partirme bien la cabeza - responde el elefante que sigue cabeceando el árbol en pleno síndrome de abstinencia.
- Bueno, ya que los dos no tenemos aquí lo que necesitamos, te propongo que viajemos juntos. Vos me ayudás a que encuentre una pija que me satisfaga y yo te ayudo a que halles la cocaína que tanto querés - propone la jirafa.
- Mmm... No sé, no sé... Mmm... Está bien.
Ambos animales prosiguen la marcha juntos.
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