Muchos hemos visto o sentido, presencias extrañas, sin embargo el mal puede tener diferentes formas.
En
la selva peruana, existe un alma diabólica, que pena constantemente,
deambulando libre en busca de despistados que visitan la selva. La
experiencia de su presencia es simplemente mortal.
La leyenda dice que existe un demonio, llamado “El Tunche”, que vaga en pena a través de la exótica selva, y cobra la vida de todo aquel que se interne demasiado en la espesa vegetación.
Cuenta la historia que esta alma antes fue un hombre atormentado y que ahora, completamente demoníaca se acerca lentamente a sus víctimas sin emitir sonido alguno y, cuando ya está cerca de aquellos que vagan solos por la selva, silba, anunciando la muerte inminente del que lo escucha.
Aquellos que por milagro han logrado sobrevivir, indican que el Tunche cobra vida bajo la imagen de algún conocido de la víctima, o bajo otras formas -como luces incesantes por ejemplo- de tal manera que la sorpresa es total. Su desgarrador silbido persigue al que corra de él, y a medida que se va acercando su volumen aumenta, así que por más que corras, sentirás su presencia cada vez más cerca de la cuál no escaparás.
Aquellos pocos que han salvado de morir llevados por el Tunche, han perdido la razón; quizás debido a las apariciones o al endemoniado silbido de su presencia.
La leyenda dice que existe un demonio, llamado “El Tunche”, que vaga en pena a través de la exótica selva, y cobra la vida de todo aquel que se interne demasiado en la espesa vegetación.
Cuenta la historia que esta alma antes fue un hombre atormentado y que ahora, completamente demoníaca se acerca lentamente a sus víctimas sin emitir sonido alguno y, cuando ya está cerca de aquellos que vagan solos por la selva, silba, anunciando la muerte inminente del que lo escucha.
Aquellos que por milagro han logrado sobrevivir, indican que el Tunche cobra vida bajo la imagen de algún conocido de la víctima, o bajo otras formas -como luces incesantes por ejemplo- de tal manera que la sorpresa es total. Su desgarrador silbido persigue al que corra de él, y a medida que se va acercando su volumen aumenta, así que por más que corras, sentirás su presencia cada vez más cerca de la cuál no escaparás.
Aquellos pocos que han salvado de morir llevados por el Tunche, han perdido la razón; quizás debido a las apariciones o al endemoniado silbido de su presencia.
ESTA NOTA DE ABAJO ES OTRA QUE ENCONTRE Y HABLA SOBRE EL TUNCHE.
Nadie sabe exactamente lo que es, pero lo que si tienen varias versiones en común es que el “Tunche” es un ser mítico que vive en la selva peruana, capaz de adoptar cualquier forma con la finalidad de seducir y lograr que lo sigan la única diferencia entre el ser original del cual adquiere la forma y el “Tunche” son los pies, el “Tunche” se caracteriza por tener patas de cabra, es lo único que no puede transformar en su ser.
Existen muchas historias con respecto a este ser, por ejemplo, la de la persona que se encuentra en plena selva, pensando a su mujer o a su familia, el “Tunche” se aprovecha de esa debilidad de la persona a la que acecha, y toma forma de la añoranza de su víctima y mediante engaños logra que lo sigan, cuando menos se dan cuenta, la víctima se encuentra muy lejos de su campamento y absolutamente perdida.
Sobre el destino que les espera es incierto, no se sabe si los abandona a su suerte y mueren de hambre o devorados por algún otro animal, o son devorados por el mismo “Tunche”.
Unos amigos míos viajaron a Iquitos hace unos años y rentaron unas motos, y salieron de la ciudad, se internaban cada vez mas en la selva por la carretera, el que iba adelante aumento la velocidad y se les perdió de visto a los que le seguían, me cuentas que al entrar a una curva vieron una luz que salía de la carretera hacia la selva, y escucharon un silbido, supusieron que era la primera moto, y decidieron seguirla, sin pensaren lo que les podría pasar internándose en la selva.
A los pocos minutos escucharon los llamados desesperados de la persona que conducía la primera moto, pero en el sentido opuesto, es decir en la carretera, voltearon, vieron la luz de la moto en la carretera, cuando voltearon de nuevo a ver a la persona que estaban siguiendo, se dieron con la sorpresa de que no había nada delante de ellos mas que vegetación.
No se hasta que punto podría ser verdad esta historia o si simplemente la inventaron para tener algo que contar del viaje, pero la leyenda existe.
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