DOCENTE DE PRIMARIA

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viernes, 5 de julio de 2013

YO PESO( Alejandro Medina Bustinza)





















“…Hoy resulta que es lo mismo…ser derecho que traidor… ignorante, sabio, choro, generoso o estafador! / Todo es igual…Nada es mejor / lo mismo un burro que un gran profesor/ No hay aplazaos ni escalafón / los inmorales nos han igualao. ..”

(Carlitos Gardel) Cambalache – Tango 1934)



Callao (Sarita Colonia), julio del 2013


A manera de preámbulo: EL PLACER DE SERVIR



Gabriela Mistral (poeta chilena)


Toda la Naturaleza es un anhelo de servir. Sirve la nube, sirve el viento, sirve el surco. Donde haya un árbol que plantar, plántalo tú: donde haya un esfuerzo que todos esquivan, acéptalo tú; donde haya un error que enmendar, enmiéndalo tú.


Sé el que apartó la piedra del camino, el odio de los corazones y las dificultades del problema. Hay la alegría de ser sano y la de ser justo; pero hay la hermosa, la inmensa alegría de servir. Qué triste sería el mundo si todo en él estuviera hecho, si no hubiera en él un rosal que plantar, una empresa que emprender. No caigas en el error de creer que sólo se hace mérito con los grandes trabajos; hay pequeños servicios: regar un jardín, ordenar unos libros, peinar a una niña. El servir no sólo es tarea de seres inferiores.


Dios, que da el fruto y la luz, sirve. Pudiera llamársele así: El que sirve. Y tiene sus ojos en nuestras manos y nos pregunta cada día: ¿Serviste hoy? ¿A quién? ¿Al árbol, a tu amigo, a tu madre? Servir ¡Oh Dios...!


Tú que estás en este sol cálido, en el fruto. Tú que unes cosas y hombres; que me has puesto un corazón pronto al sentimiento, oye mi voz: ¡Que no haya guerra, llantos y temores! Aleja el mal del alma de los hombres. Quiero servir con mi ruego a todos los que luchan y a todos los que esperan. ¡Si mi cuerpo no está presente, mi alma está con ellos! Te ofrezco mis ojos húmedos mirando el cielo...


Mi boca fresca repitiendo este ruego... ¡que es mi modo humilde y sincero de servir hoy y siempre...!


Yo peso

Extraído de las confesiones sacramentales de los pioneros de la descomposición.


* Alejandro Medina Bustinza


Y yo peso…


y no me duelo de mi condición de gárrulo catecúmeno.


Creo que nací como todos, pero luego me hicieron así


para cumplir con este papel de forjador de vilezas


y porque he aprendido convivir con esta suerte mía


que ni el mismo camaleón tendría, pues me factura ganancias


aunque de mi alma ya es dueño el averno.


Yo estoy conforme y eso es lo que cuenta.


Los demás no me interesan, ni los Jardines de Babilonia,


la declaración de Machupicchu, Caral, Mayas,


ni los milenios piramidales del saber humano.






Si ellos no me sirven para el provecho de mis mollejas


ni están al agrado a mi azufrada lenguaraz,


sino satisfacen a mis fieles seguidores


¡ cabecitas maniquíes !


quienes creen en mi estirpe de felipillo y besa pantuflas


entonces nada me incumben los claveles, las rosas, los pájaros…


menos los sueños de los jardineros de la equivalencia.






Pues hago lo que tengo que hacer


para eso fui diseñado:


menoscabo


ensucio


desnaturalizo


calumnio


amenazo


apostrofo.






Encubo larvas, cucarachas, murciélagos


y roedores de largas y feas colas.


Consumo y fomento el lavado cerebral


para no distinguir lo que es la ética ni el escrúpulo.






¡Ah… los sindicalistas, ellos siempre han arruinando mis planes…!


aunque ahora sí,… me tienen sin cuidado


porque ya me los embolsé con todos sus aullidos


ya que finalmente han aprendido algunos de ellos


a caminar hipotecando cinismos


y eso sí es bueno, porque conjugan con mi disciplina honorable.






Implanto aserrines en los vacíos cerebelos


que quedaron con faltos neuronales en unos cuantos


de mis sufridos e incondicionales seguidores.






Ellos también tienen derecho, alguna vez,


de intentar a recocer la brújula.


¡Claro que eso no me es conveniente…


porque pongo en plato de bandeja el riesgo de perderlos…!


y yo sin mis mediocres pasquines de drenajes


no podría cómo ensuciar el sol ni al arco iris.






Sin embargo y felizmente


los ajustes con los aserrines… funcionan perfectamente.






Y yo peso…


desfalco la palabra y no conozco ninguna vergüenza


eso lo aprendí muy bien como disciplina…ya saben donde


y no me duelo de mi categoría fétida contra la capa de ozono


ni me interesan los tumores terminales


de los ríos de Salwen en China, Danubio de europea


(desvalijado por mis consanguíneas pesticidas


y por los bombardeos de la OTAN a los Serbios).






No me atañen los nitratos y amonios del Río de la plata en Argentina,


ni los parásitos fecales que ahorca al río Grande en norte América.


Menos me importa la agonía del río Ganges de la india


Amazonas de la selva, Nilo en el desierto, o el Mantaro en los cerros.


Va o no va Conga, me importa un comino…


¡ellos no cruzan por mi mesa…!



Y yo peso…

porque tengo contacto con las letrinas públicas

cimentadas en los sillones oficiales del suburbio de los inmundos

y porque son mis hediondos monitores


que avalan a mi tufillo de carroñero.

Ellos sí me sirven, y yo les soy muy necesario,

pues les garantizo dividendos para sus gallinazos

y me hago víctima e invento victimarios

y no me interesan las sonrisas de las mariposas blancas

ni el vuelo horizontal de las gaviotas sobre las playas.

Ellos, poco o nada me sirven para mi cuenta corriente,


porque yo soy lo que soy


por maña o por magia, pero así me hicieron


y como ventosidad del posadero atragantado


llego y no me duelo de mi condición de rapiña perjurio.


Y yo peso…


peso a quintales con mis falsíos de amoniacos


hago mío a las cucarachas, a mis amiguetes de malaguas


y no necesito títulos ni grados ni post grados,


me sobra y me basta mi iletrado doctorado


que declara y me reconoce en nombre de mi estirpe zoológico


mi condición honorable… de forjador de vilezas.


Pobre burro


Gloria Fuertes (Escritora española)


El burro nunca dejará de ser burro.
Porque el burro nunca va a la escuela.
El burro nunca llegará a ser caballo.
El burro nunca ganará carreras.


¿Qué culpa tiene el burro de ser burro?
En el pueblo del burro no hay escuela.
El burro se pasa la vida trabajando,
tirando de un carro,
sin pena ni gloria,
y los fines de semana
atado a la noria.


El burro no sabe leer,
pero tiene memoria.
El burro llega el último a la meta,
¡pero le cantan los poetas!


El burro duerme en cabaña de lona.
No llamar burro al burro,
llamarle "ayudante del hombre"
o llamarle persona.


Takray


Alejandro Medina Bustinza


Piedra…sobre piedra, piedra.


Piedra… bajo piedra, piedra.


Has que vuelvan


tus repiques colectivos de limbos


a retumbar otra vez con tus aynis


a sembrar otra vez con tus yaravíes


inconmensurables partículas de pasionarias


en cada ribera de nuestros trazos durazneros.

Has nuevamente esparcir las minkas


por todas las llanuras de nuestras manos juntas


con las eternas cosechadoras quinuales.

Has que vuelvan las calderas multitudes


a mojar las penumbras con tus yuntas fervientes.

Piedra…sobre piedra, piedra.


Piedra… bajo piedra, piedra.


El ratón que tenía miedo


José Cemec (fábula India)


Había un ratón que estaba siempre angustiado porque tenía miedo del gato.

Un mago se compadeció de él y lo convirtió… en un gato. Pero entonces empezó a sentir miedo del perro. De modo que el mago lo convirtió en perro.

Luego empezó a sentir miedo de la pantera, y el mago lo convirtió en pantera. Con lo cual comenzó a temer al cazador.

Llegado a este punto, el mago se dio por vencido y volvió a convertirlo en ratón, diciéndole:


“Nada de lo que haga por ti va a servirte de ayuda, porque siempre tendrás el corazón de un ratón.”



Astilla de sol


“A los maestros del mundo: saboteados, difamados, desalojados… pero siempre firmes”


Alejandro Medina Bustinza


Maestra: cómo fue posible habernos olvidado de ti


ahora cuando las estaciones empezaban


a sonreírnos pajarillos


entre aplausos margaritas, vino tinto aterciopelo


y todas forjadas desde tus manos abejeras


artífices de montañas, azulejos y poesía.






Y hoy que la tarde ha llegado hasta tu ventana


mi rondín llueve gravitante agudos campanarios.






Maestra: cómo fue posible habernos olvidado de ti


tú que amasaste riachuelos en mis travesuras


fuiste luna encendida, pavor de las sombras


palabra amada, lenguaje generoso de maíz.


Y hoy que la tarde ha llegado hasta tu ventana


cómo quema el frío en silencioso adiós


y me hace falta tus miradas briosas de magnolias.






Recuerdo tus juegos mariposas en cada recreo


donde fatigaste tus mejores pétalos primaveras


y fuimos en tus manos lámparas maravillosas


como océanos blancos abatiendo tinieblas.






Y hoy que la tarde ha llegado hasta tu ventana


han callado sus cuerdas las bandurrias


se apagaron los vientos sin tus cabelleras.






Maestra: hoy elevaré las cortinas de mi voz


para decir de tu bandera color paloma y fuego


de tus canciones desde Paccaicasa hasta Himalaya.






Hablaré de tu único vestido esmeralda


que tenías sólo para ocasiones.


De tu zapato lastimado, tu pañoleta escarlata.


Escribiré tu nombre sobre penínsulas geranios


presiento después no me irá bien que digamos.


Me excluirán de la mesa, de mí se reirán,


de turbulento, blasfemo y desconvenido


me calumniarán


y fabricarán de mí oscuras despedidas


pero jamás podrán arrancarme


de los míos ni de mis sueños.


En cada patíbulo desearán triturar mis versos


harán censura a la palabra señalada


y otra vez escribiré tu nombre: MAESTRA


¡en aquel momento luz esparcida serás...!


Querida maestra:


no nos perdones esta ingratitud doliente


más doliente sin tus ojos rocíos de alfarera


sin el silabario exaltado en tus labios zorzalinos.






Hoy sembraré en tu descanso verdes retamales


allí también debe dolerte mucho el invierno


como aquel escuálido diminuto de tu salario






Sin embargo, la música preñada sobre las manos


el sumo del trigo compartido


y el fuego sublevado de las estrellas


eres tú... ¿Verdad que sí...?






Y hoy que la tarde ha llegado hasta tu ventana


los albatros hacen alto por todas las playas


los luceros en el horizonte vibran sus llamaradas.






Hasta pronto eterna y amada maestra.


Es mi promesa en este inicio del alba


los cóndores y las palomas de tu herencia


jamás dejarán de agitar sus relámpagos sobre nuestros sueños.


Túpac Amaru relegado


Antonio Cisneros (poeta peruano)


Hay libertadores de grandes patillas


sobre el rostro,


que vieron regresar muertos y heridos


después de los combates. Pronto su nombre


fue histórico, y las patillas


creciendo entre sus viejos uniformes


los anunciaban como padres de la patria.


Otros sin tanta fortuna, han ocupado


dos páginas de texto


con los cuatro caballos y su muerte.



Ojos eternos


A los pajarillos de todos los ríos, en especial a los de Sarita Colonia, Callao.


* Alejandro Medina Bustinza


Querido alumno…


Yo sé de tus ojos lluviosos de cicatrizadas estaciones,


de tu piel descalza entre cascajos


sobre la espina dorsal de tu marginalidad doliente.


Yo sé de tus brincos cervatillos y cometas


revoloteando sueños de mágicos continentes


en cada espacio de tus fantasías cuando vas y vienes


provocando pudor a las rosaleras


con tus juegos exóticos, carita sucia, tus travesuras.


Y cómo festejas las risas


de las hierbas comunes como tú…


en la más elevada expresión colectiva inocente.


Querido alumno…


Yo sé de tus miradas desiertas de largas ayunas


ahí en plena sequía, haciendo brotar sonrisas,


rondas danzarines, coros de abriles... mayos, agostos


convocando vientos en millones palomares


con tus trompos y canicas de relámpagos zumbidos.


Yo sé de la tristeza del vacío de tu lonchera


del sabor amargo que te sabe las avenidas


con sus broaster, espaguetis … cola manías.


Y cómo te exigimos las fiestas patrias


ceremonias escarapeladas, somos libres…rojo y blanco


pero prohibido el color de tu piel


desfilar de capitán, general, menos de almirante.


¡Y las tareas…benditas tareas…!


páginas toxicómanas, repletos de héroes capituladores


oradores agrios, paraísos frívolos…


¡todos despojadores del trigo y de Jesús…!


Yo sé de tu silenciosa interrogación:


¿Cuándo será aquel día donde juntos desfilaremos


con Manco Inca, Grau , Atusparia…


y con aquél que quebrantó con un solo brazo


los cuatro pescuezos de los tiranos…?

Yo sé también de la ausencia del villancico


sobre tu mesa extenuada en cada diciembre.


Que la navidad es sólo el antifaz del consumismo


festejo bélico... de caifaces, chacales


donde Jesús jamás está informado


del uso sombrío que hacen de tus palabras…


¡ay fríos sepultadores de la canción del nacimiento…!


Querido alumno…


yo te abrazo con mis ojos encendidos de miel


desde nuestros orígenes fontanales


hasta el trigal de la tierra ovulada


¡hierba aguamiel de las escarchas…!


Yo te abrazo, porque ellos nos entienden


de dónde somos y hacia dónde iremos


al compás de los cristales del alba querida.






Y saben también que siempre serás


el fuego amoroso en la nevasca de mis manos,


donde yo soy,… el demoledor incesante de tus sombras


y tú eres,… libertad sembrada en el amor de los hombres


continuidad de mis versos… ojos eternos del manantial.

“…Aquí no vivimos como hermanos, a la sombra del mismo techo, respirando


el mismo ambiente, y amasando las mismas cosas, sino disputándonos un rayo


del sol, como gitanos en feria, tratando de engañarnos sórdidamente, como


tahúres en mesa de garitos, odiándonos interiormente, con el rencor


implacable de oprimidos y opresores (…) A juicio de Bolívar: “No hay buena


fe en América ni entre los hombres ni entre las naciones. Los tratados son


papeles, las constituciones libros, las elecciones combates, la libertad anarquía,


y la vida un tormento…” En el Perú de hoy no existe la honradez, privada ni


pública, todo se viola y pisotea cínicamente, desde la parra de honor hasta el


documento suscrito. La vida política se funda en fraude, concusión y mentira.,


la vida social se resume en la modorra egoísta, cuando no en guerra defensiva


contra envidia, calumnia y rapacidad del vecino (…) Manuel Gonzales Prada (Páginas Libres)


*Alejandro Medina Bustinza (Apurunku). Poeta, narrador y docente. Estudios superiores, Universidades del Cusco y Huacho. Postgrado “Didáctica de la comunicación” Miembro y Ex Vicepresidente del Gremio de Escritores del Perú. Labora en el IE Sarita Colonia del Callao e Instituto Pedagógico Particular “San Marcelo” de Lima. Varias obras publicadas. Email: apurunco@hotmail.com


apurunco@gmail.com

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