DOCENTE DE PRIMARIA

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domingo, 7 de julio de 2013

ORACIÓN A UN MAESTRO (Jimmy Calla Colana)

 
ORACIÓN A UN MAESTRO
jimmy calla colana
Dedicado a los Maestros que al cumplir 65 años de edad fueron cesados intempestivamente, mi memoria en este día difícil está, con ellos.
¡Ninguna fiesta calmará mi sed de justicia!
 
A ti Maestro, sujeto a las fatigas, desalientos, sabores y sin sabores que entrañas esa misión sublime, pero a la vez ingrata.
Quiero dirigirme con estas líneas, porque como educando, sé muy bien lo que es sentirse a veces agobiado por el peso de la injusticia, la incomprensión aunque cumples con agrado LA MISIÓN DE ENSEÑAR.
Aquí te canto una oración que te servirá de alivio en aquellos días inaguantables, porque quiero compartir ese consuelo y optimismo que caracteriza al Maestro, voy a cantarte uno de los que más conviene a quienes somos tus educandos y nos sentimos abrumados por el sufrimiento, la incomprensión de una clase dominante y los traidores que ya no tiene solución.
“Oh Maestro Jesús, es la hora de mi oración. Y voy a hacerla esta noche aquí en tu cuarto oscuro, a la luz de la lámpara de tu velatorio roto; después de que hayas  corregido la última prueba de tus educandos; la última de esta noche... porque mañana, al amanecer, volverás a comenzar con los cuadernos.
Oh Maestro Jesús, desde aquí estoy viendo con mi imaginación y el recuerdo de mi salón, su piso ruinoso, su techo de plástico y esas boquitas hambrientas, alocadas a las que tienes que enseñar.
Desde aquí veo a Gabriel... tu martirio, seguramente se comió su propio lápiz y no tiene sus útiles escolares completos.
Y Fiorella, que es un huracán y te pone los nervios en punta cuando se mueve de un lado a otro y alborotar toda la tarde.
Y a Pedrito... que parece estar distante, él está en un mundo lejano y no comprende más que con mucha dificultad.
Y a Juancito, que se queda dormido a mitad de clase, él no toma desayuno, muchas veces su papá, no tiene trabajo. Pero para la pelota si es un buen jugador.
Hasta los niñitos más avanzaditos te cansan esta noche que estoy orando. Los sientes a todos allí corriendo, inquietos, molestos, exigentes, ni siquiera te dejan descansar.
Oh Maestro Jesús, no tengo nada que ofrecerte, su corazón sufre cada día más y más, su voz está afónica, el médico dice que dejes esa vida agitada, pero eso es imposible, estás condenado a enseñar.
Oh Maestro Jesús, es tan grande este desaliento que quieres caer aquí, pero no, no maestro, seguid adelante.
Mañana será otro día y es necesario estar listo y decir en esa aula de techo de plástico, sin gritar: “niñitos un poco de silencio, por favor, vamos a comenzar la clase...”
Como toda tarde, desde hace veintisiete años.
Quiero laborar por ellos los niños de escuelas públicas, sin esperar ninguna recompensa, además quieres darlo todo sin condiciones, sin esperar nada.
Pero, Oh Maestro Jesús, esta noche, esta noche tú te has olvidado de ellos, y de nosotros tus alumnos y no voy a pensar más, porque ellos mis Maestros quieren descansar, quieren dormir, quieren reposar, para estar mañana como nuevos, en un nuevo día con fe, entusiasmo, lucha consecuente y con alegría”.
VIVA LOS MAESTROS DEL PERÚ

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