¿Se puede vivir sin amor?

 

¿Se puede vivir sin amor?

  Esa es la gran pregunta. ¿Qué es eso nos hace que nos unamos unos con otros en busca de amor o algo parecido? Nos pasamos generalizando  gran parte de nuestra vida buscando, analizando, valorando y sopesando a la gente que tenemos a nuestro alrededor como eligibles parejas, ya sea a corto o largo plazo. Hay personas que se lo toman más en serio y van por la vida con su espada de caballero/dama andante en busca del príncipe/princesa con la/el cual irse a vivir al castillo. Otros, en cambio, se lo toman con más calma y simplemente van haciendo el camino demorándose alguna que otra vez.

Pero, ¿es esto a lo que llamamos amor? Podemos vivir sin muchas cosas, a priori indispensables. Lo único realmente indispensable en esta vida es el aire que respiramos, y después el alimento. Cobijo y necesidades básicas cubiertas, pasamos a otro plano, que es el de la continuidad de la especie. En la antigüedad nos apareábamos porque era la manera de mantener la tribu; tener prole era lo que se esperaba de una mujer. Actualmente no estamos tan preocupados por la prole, no en un sentido de la especie, sino más bien en un ámbito de realización personal.

Con el tiempo hemos ido redefiniendo el concepto de la pareja y los roles de cada uno, y hemos llegado a una sociedad en la que cada vez cuesta más ver a través de la hipocresía de la gente. Nunca decimos lo que pensamos, ni hacemos lo que queremos. Esto en un plano meramente profesional lo considero más o menos comprensible, pero en el terreno de las relaciones no lo entiendo. Nos complicamos la vida de una manera que no es normal, y nos empeñamos en llamar amor a un vínculo meramente material y que nos ayuda a estar a flote en la sociedad. Parece que evolucionamos, pero seguimos en el eslabón de la misma cadena. Con la única diferencia de que antes no pretendíamos (en el sentido de aparentar), y ahora todo es pretensión.

Con esta reflexión no pretendo machacar al amor, más que nada porque no creo que haya nada que pueda hacerlo. Mucha gente aspira al amor ideal, otros se conforman con algo que no se le parece ni de lejos. En mi opinión, ambos están equivocados.